Les imagino de pie junto a las formales puertas de sus universidades. Veo a mi padre salir decidido por el arco de arenisca ocre, con los azulejos rojos destelleando tras su cabeza como placas de sangre. Veo a mi madre con unos cuantos libros en la cadera, de pie junto al pilar formado por diminutos ladrillos, y la puerta de hierro forjado todavía abierta, con sus afiladas puntas expuestas al aire. Están a punto de licenciarse. A punto de casarse. Son unos crios. Son tontos. Sólo saben que son inocentes, y que nunca harían daño a nadie. Me dan ganas de acercarme y decirles: "¡Alto, no lo hagáis! Ella no es la mujer de tu vida, ni él tu hombre ideal. Acabaréis haciendo cosas que ni siquiera sois capaces de imaginar. Vais a hacer daño a unos niños, y conoceréis el sufrimiento más profundo. Vais a querer morir". Me dan ganas de acercarme a ellos en aquella soleada tarde y decírselo, pero no lo hago. Quiero vivir. Los levanto como a dos monigotes de papel y los golpeo entre sí por las caderas como si quisiera sacar chispas... de dos esquirlas de pedernal. Les digo: "Haced lo que vais a hacer, y yo contaré lo que pasó".
25 de octubre de 2010
La frase del día: Into the Wild
En:
Frase Diaria
Publicado por
Pájaro-que-da-cuerda
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Tu opinión importa, deja un comentario.
No hoygans in da house, gracias