20 de enero de 2011

La frase del día: El Concursante

Quiero mostrar este fragmento -a esto no se le puede considerar frase- de la película española llamada El Concursante donde se muestra el funcionamiento de los bancos y cómo ejercen su yugo. Lectura imprescindible.

-Imaginemos que el banco tiene una cantidad de, digamos, cien monedas de oro, que es la cantidad total de oro que existe. Cien monedas, ni una más. Además del hombre bueno existimos otras diez personas. Usted, yo, un herrero, tal vez un par de ganaderos, una costurera. Diez personas en total. Todos necesitamos oro para comprar y todos hemos pedido un préstamo. Diez monedas para cada uno; un total de cien monedas. ¿Se pierde?
-No.
-Claro que no. El banquero nos ha entregado todo su oro, con absoluta generosidad. ¿Y a cambio de qué? ¿Un simple 10%? ¿Una monedita por persona? Es justo.
-Pero...
-Eso es, pero. Según Pitágoras tenemos un problema. Si al cabo de doce meses hemos de pagar once monedas cada uno, ¿de dónde las vamos a sacar? Once monedas cada uno son 110 monedas, eso significa que existen diez monedas en intereses que nunca podrán pagarse, nunca, suceda lo que suceda. No hay problema, el banco fue inventado para facilitar las cosas, no para complicarlas. Hay una solución razonable. "No se preocupen, devuélvanme sólo los intereses, una moneda cada uno. Esperaré, y el próximo año ya me devolverán la cantidad prestada inicialmente." Las primeras diez monedas, en definitiva.
-Sin embargo, si devolvemos una moneda nos quedarán nueve, nueve a cada uno. Así que si aún debemos diez monedas al cabo de un año seguiremos con el mismo problema y además tendremos menos dinero.
-Correcto, una moneda menos que el año anterior. Si repetimos la operación durante diez años, y eso siempre que nos dejen pagar sólo el interés, en ese tiempo nos quedaremos sin nada. Desaparecerá todo el dinero y sin embargo seguiremos debiendo el préstamo inicial. El banco habrá recuperado todo el oro, nosotros no tendremos nada y aún deberemos lo que nos prestaron al principio. Cien monedas entre todos que nunca podremos devolver porque sencillamente no existen. Así que perderemos las tierras, los animales, los alimentos que hipotecamos como garantía al principio, hace diez años. En diez años el banco tendrá lo que tenía al principio más todas nuestras posesiones, y nosotros no tendremos nada, absolutamente nada, con lo que en la práctica nos habremos convertido en esclavos del banco. ¿Y por qué? Por nada y a cambio de nada.

0 comentarios:

Tu opinión importa, deja un comentario.

No hoygans in da house, gracias

 
 
Licencia de Creative Commons
Está usted repostando Super by Waipy is licensed under a Creative Commons License.
Background design by bloodtears916.